jueves, 17 de julio de 2008

¿Nuestra Laurel?


Sucedió hace poco más de dos semanas en el Casco Antiguo de Logroño. Después de recorrer el concurso de pintura del Ateneo Riojano por el centro histórico, llegué a la calle Portales, en donde descansaban dos mujeres que peinaban, en su arreglada cabellera de peluquería, más de una cana. Seguramente acababan de salir de misa y aprovecharon la buena climatología para reposar unos minutos al sol, mientras la calle mostraba su tranquila estampa. Las coquetas féminas septuagenarias (digo yo) disfrutaban de la mañana hasta que aparecieron desfilando ellos, comandados por Aitor, Patxi y Martxel.

Eran una docena y todos vestían igual: monos verdes y rojos con leyendas de tipografía vasca y unas bonitas ikurriñas. Y no sólo mostraban las heridas de la marcha de la noche anterior. Las evidenciaban tropezándose a cada paso que daban, impregnando su huella intestinal en los parterres, meando en la fachada de La Redonda y aullando canciones de la que creen es su patria. Como cada cual tiene el derecho de hacer de su culo un florero, no me sorprendió demasiado la imagen. Mucho más desde que Logroño se convirtiera en la capital de las despedidas de solteros de España. Pero el tema es que uno de ellos, no sé si fue Aitor, Patxi y Martxel, empezó a vacilar a una de las mujeres mientras otro les sacaba fotos. Ante esto, me jugué la integridad (recuerdo que eran una docena) y les pedí que cuidaran las formas.

Y la respuesta se hizo general y unánime. Inmediatamente comencé a recibir de la docena de energúmenos euskaldunes un sinnúmero de insultos, alguno de ellos muy descriptibles y prácticamente todos irreproducibles. Como ya me la había jugado, me quedé vigilante, cuidando de mis pseudo abuelas y esperando a que el grupo se marchara. Y continuaron con sus insultos hacia nuestra Laurel, a seguir con sus despropósitos en una ciudad que se los permite. Perdón, ¿he dicho nuestra?

12 comentarios:

CRIS dijo...

Por culpa de gentuza así van como van las cosas. Nuestra Laurel es buen vino, pinchitos, risas... Martín, un jueves vamos y ya verás como cambia la historia en el siguiente post. MUAK (la pequeña mafiosilla)

CRIS dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Martín Schmitt dijo...

Estimada mafiosilla, culpa de este tipo de gente no piso la Laurel desde hace tiempo. Ya nos hemos volcado a la San Juan, pero pasará poco para que nos vuelvan a conquistar...

CRIS dijo...

Amigo Martín, si tiene que parecer un accidente me lo dices y aviso a LA FAMILIA... MUAK

Anónimo dijo...

Bien... Un héroe!!
Justo lo que necesitamos.

Su amigo y vecino Martín!

Martín Schmitt dijo...

Sergio, ya conocias mi faceta de héroe. ¿O no te acuerdas del spiderman que acudió al cumpleaños de tu hijo?

Anónimo dijo...

Pásate por aquí también para poner mi mundo un poco en orden

Anónimo dijo...

Periodista que se transforma en superheroe? esa pelicula no la vi en otro lado?
Igual, esté como esté la Laurel y vayas o no, la próxima visita a Logroño, ni una noche nos sacás de ahí, es más estamos por crear una réplica en Villa Mercedes y quién te dice que cambiamos la vuelta al perro?
Te mande por mail una foto que recibí de tu día de héroe, compartila con todos, un abrazo
Bartmillo.

Anónimo dijo...

#Martín... de ahí la frase "Su amigo y vecino..S...."

Unknown dijo...

..No he estado de vacaciones, sino trabajando cuan mula, y esta semana me ha pasado lo siguiente: un pequeño gato me siguió hasta el portal y quería colarse dentro,y no se despegaba de mí-pena que no llevaba falda para sentir su suave plumaje,perdón,pelaje; se me ha caído una baldosa del baño de 40x30 cm cuadrados en la cabeza, y no me la he abierto no sé como; me he quedado encerrada en el ascensor, pero he podido ir a la planta baja y subir las escaleras...hasta el octavo piso, como no...y por lo demás, reivindicando mis derechos laborales, que, claro, han sido pisoteados...

Martín Schmitt dijo...

Savage, qué semanita. no soy supersticioso pero, ¿el gato no habrá sido negro? Una vez me quedé encerrado en un ascensor durante una hora, pero por suerte fue justo el día que la cambiaban, por lo que no me perdí nada. Es verdad.

Unknown dijo...

...El gato era precioso, con ojos azules como el mar, parecía un peluche, pero tengo alergia y tampoco es cuestión de montar el arca de Noé en casa...Tampoco soy supersticiosa, pero a veces tengo tales intuiciones que estoy pensando seriamente en dedicarme a ejercer como pitonisa...