lunes, 29 de diciembre de 2008

El sabor del oro


En estas navidades he probado el oro. Aunque suene un poco petulante, es totalmente cierto. Junto a los langostinos, la sopa de calabaza, el jamón, los huevos rellenos y el salmón, llegó a la mesa de navidad un frasquito de Orogourmet, un aditivo inventado por una empresa riojana para acompañar las comidas. Obviamente, este valioso material, que era de nada menos que 24 kilates, llegó a la mesa como un agradecimiento, ya que un pequeño bote de esta especie, que es inocua e insípida, cuesta aproximadamente 70 euracos. Cuántas cosas se puede hacer con ese dinero.

Sobre una loncha de un sabroso salmón, el oro sólo ofrece al paladar prestancia y una nueva óptica visual, como se explica en el reportaje, ya que he descubierto que no sabe a nada. Pero a nada de nada. Cero patatero. La razón es que las partículas doradas se funden en el paladar, algo que mi hígado agradeció desde que mi vesícula no está más en el organismo.

Hoy llegó mi padre a Logroño, por lo que las navidades se han vuelto más familiares aún. Y no le haré probar el oro, ya que su dieta en España se rige sólo con un único menú: las chuletillas de cordero.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Blancas navidades


Levanté la mirada al cielo para buscar un nuevo cruce de caminos, pero no vi nada. Es que desde hace un par de días que la niebla lo cubre todo en Logroño. Sin nieve, pasaremos así unas blancas navidades. A diferencia de otros bloggers vecinos (Inés o Justo) a mí sí me gusta la navidad, aunque reconozco que son unas fiestas comerciales. Eso sí, y quiero aclararlo sin herir susceptibilidades, para estas fechas mi hombre es Papá Noel. De hecho, no creo en los Reyes Magos, porque a nosotros nunca nos trajeron nada. Eras tres tipos que aparecían después de la juerga a traerte las temperitas que se le habían olvidado a tus padres. Y encima llegaban con pretenciones: dejarles comida, bebida y hasta cigarrillos...

Siempre esperé estas fechas con ilusión, que se fue mermando de a poco cuando la familia empezó a regalar ropa en vez de juguetes. Todavía me acuerdo el instante en que unos amigos mayores que yo me demos
traron (científicamente a través de un futbolín que habíamos encargado con mi hermano) que Papá Noel tampoco era real. Y me confesaron el gran secreto: "Son tus padres". Fue un golpe duro, pero el hecho de reunirme con la familia y los amigos mantuvo esa chispita viva. Y de repente, esa pequeña luz inocente que te hace vibrar ha vuelto a brotar. Pero ahora es distinto. Desde el año que viene Papá Noel seré yo. Muy feliz Navidad a todos.

martes, 23 de diciembre de 2008

Cruce de caminos


Resignado de no haber ganado nada con el Gordo de Navidad, de tener que comer lechuga en vez de langostino y de estar más aburrido que chupar un clavo oxidado, levanté la vista y lo volví a ver, al igual que el último día de vacaciones (y muchos otros más). Logroño es un cruce de caminos. Y no sólo por la ruta Jacobea que marcha rumbo a Santiago de Compostela. También lo es en el cielo, por donde todos los días pasan decenas de aviones, que dejan sus imperturbables huellas plasmadas allí arriba. Y eso que estelas riojanas con destino el aeropuerto de Agoncillo se pueden contar con una sola mano. Si ya lo dice la canción: "Mi tierra es La Rioja, Logroño es mi pueblo, cruce de caminos, puente sobre el Ebro, cuna de mi lenguia, camino de encuentro. Y nadie en Logroño se siente extranjero".

jueves, 18 de diciembre de 2008

El 38

No sé si creo en el destino o en la casualidad. Hoy cumplo 38 años. El mismo día que la virgen de la Esperanza, patrona de Logroño. Es que mi mujer hace los años el 10 de junio, en la víspera de San Bernabé, patrón de la capital riojana. Que una pareja que no tenga ningún tipo de vínculo con un lugar y caiga a este sitio para vivir, quiere decir algo, ¿no? Por lo menos así lo veo yo. Y no sé si es el destino o la casualidad.

Anécdotas al margen, he de decir que si alguien me quiere hacer un regalo me encantan las camisetas de fútbol (las colecciono), los perfumes y los libros. Si se quiere librar, con un abrazo soy feliz. Dice mi mamá, fiel seguidora de este blog, que hace 38 años su suegro, mi abuelo Stanley, la obligó a cenar milanesas con papas (una de mis comidas preferidas), que después tuvo un parto rapidísimo (nací a las 22.20 horas), atendido por el médico de guardia (Carbajal se llamaba, jovencito y residente!!!), y "que tenía más susto que nadie".

Pesé 3,100 kilos y era comilón y llorón. Me cuenta MM que cuando Carlos, mi otro abuelo, me vio, dijo: "¿Divino? Es igualito a Winston Churchill". En este momento es bueno aclarar que fui el primero de los nietos de ambas familias...

Mi padre no estuvo presente en mi parto ("en esa época no se usaba", explica mi madre), aunque al salir de la sala de partos, estaban todos esperando. Y una una vez que me sacaron, mi padre tenía miedo de que me cambiaran, entonces me siguió a través del vidrio, vio cómo me lavaban y llevaban a cabo las pruebas que se le hacen a los recién nacidos...
Hoy fue él, dos horas antes de mi cumple, quien me llamó el primero para felicitarme.

Traigo para estos 38, otro video de Divididos, con la canción 38.

"El 38 está cargado,
le puse balas pero no se hace apretar
en el oeste está el agite,
el líder manda pero vos, vos te quebrás.

Y para qué tanto amor,
si de chiquito sos así,
pensá, pensá dice "la tele"
yo dije sí, pero no..., pero no tanto".


lunes, 15 de diciembre de 2008

Mala puntería

Desde ayer tengo un nuevo ídolo en esta bendita profesión, un fenómeno de multitudes que los tiene de oro, cuadrados y del tamaño de un par de melones, aunque debe mejorar la puntería. Ayer, este personaje, que según los medios calza un 44, llevó a cabo lo que millones de personas deseaban. Si algún despistado se lo perdió, el periodista chiíta Muntazer al-Zaid lanzó sus zapatos a George Bush al grito de "éste es el beso del adiós, perro", en una rueda de prensa celebrada durante la visita sorpresa del presidente americano saliente.

Hoy, el hombre es un héroe nacional y más de un centenar de abogados se han ofrecido a defenderle. No me extraña. Yo, incluso, le buscaría a algún lanzador de dardos para que lo instruya mejor, así la próxima vez le da en medio de la boca a uno de los responsables de que el mundo esté como esté.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Yo también parí

Algunos dicen que estaba celoso de mi mujer, que va a parir en marzo. La cuestión es que hace tres semanas me desperté una madrugada con unos dolores terribles en el estómago. Cuatro días, varios vómitos y un desmayo más tarde nos dieron el diagnóstico: cálculos en la vesícula biliar, que irremediablemente, por su tamaño, había que extirpar. Y poco a poco me fui dando cuenta que yo también tenía un pequeño ser en mi vientre, aunque éste daba las patadas en forma de cólicos.

Y desde entonces todo ha sido estudios y más estudios, consultas con el doctor de medicina interna, el cirujano y el anestesista, y de vuelta a hacer resonancias magnéticas y hasta una ecografía, que es donde vi a mi pequeño feto formado por bilis calcificada. Sin alertar a mi familia del otro lado del charco para no preocuparles por una operación en principio simple, me intervinieron el jueves pasado a través de una laparoscopia, método que el amigo Bartmillo podrá describir mejor que yo. Pero de pequeña no tenía nada, porque la piedra tenía el tamaño de una pelota de golf, según dijo el médico, porque no me dejaron verla en ningún momento.

Ahora, con un poco de dolor por las cuatro incisiones en la tripa, tendré que hacer algo de dieta, que mal no me va a venir, y mucho descanso (espero que el Barça no me haga sufrir esta noche). Al fin y al cabo, yo también parí. Y antes que ella.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Con la música a otra parte

No me gusta el huevo duro; ni las vísceras ni la berenjena. No me gusta que mi querido River Plate esté último. Tampoco me agrada que prácticamente no conozca a ninguno de los jugadores que se calzan hoy la camiseta del campeón del siglo XX. No me gusta que nos llamen gallinas ni que el Logroñés esté agonizando desde hace diez años y nadie le dé el tiro de gracia. No me gustan los extremos políticos, ni para un lado ni para el otro. Ni que nos tomen el pelo como a borregos. No me gusta esta crisis, ni las soluciones que nos ofrecen.

No me gusta tener a mis afectos tan lejos. No me gusta ver crecer a mis sobrinos a través del youtube y que, llegado el día, tengan que utilizar el mismo medio para ver a su primita dar sus primeros pasos. No me gusta tener que abrazar a mi madre, a mi padre o a mis abuelas a través de un teléfono. No es de mi agrado, de la misma forma, no poder hablar diariamente con mis amigos, ver cómo nacen sus hijos a la distancia y saber que no estarán ellos en marzo. No me gusta que mi hija se tape la cara con sus manos durante 17 minutos seguidos de ecografía para que no pueda ver nada.

No me gusta que en un blog se critique desde el anonimato, sin dar la cara, como alguna vez ocurre acá, aunque éste no es el caso. No me gusta que se intente desprestigiar dos buenos blogs (de dos excelentes personas), que se vieron finalistas de un concurso al que nunca pretendieron acceder (fueron presentados por otros bloggeros) porque el objetivo era criticar a un grupo editorial. Detesto que se deslice que son finalistas no por méritos propios. No me gusta que les utilicen para poder repartir golpes desde los extremos políticos (esos de los que antes hablaba).

Por eso, como hay muchas cosas que no me gustan últimamente, me voy un par de días para ver si aligero mi equipaje. Me voy, como dicen por ahí, con mi música para otra parte. Y a ver si a la vuelta me quito las piedras de encima y veo las cosas de otra manera. Un abrazo de gol.

La foto la hice en los jardines de Santa Sofía, en Kiev (Ucrania), hace un año y medio. Se trata de un anciano que estaba tocando este instrumento ante la mirada de varios turistas. A diferencia del post, esta foto sí que me gusta.

martes, 9 de diciembre de 2008

Un cielito dividido

Me gustan bastante las versiones porque te muestran otra perspectiva de una canción o de un grupo. Y cuando la ejecuta un gran trío, mucho mejor. En esta peculiar semana que empieza, por lo menos para mí, comparto la mejor versión de la popular Cielito Lindo cantada por un grupazo argentino, Divididos, con sólo tres personas en el escenario (guitarra, bajo y batería), pero con una fuerza increíble (atentos con el pogo que se organiza por la mitad del tema). Esta banda nació a finales de los ochenta cuando desapareció Sumo, un grupo que se convirtió en leyenda en Argentina, al morir por cirrosis el líder Luca Prodan.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Roma reinterpretada

Voy a dejar descansar el concurso durante un tiempo para no saturar al respetable. Desde hace un par de semanas, el excelente fotoperiodista burgalés Tomás Alonso (que estuvo trabajando en Noticias de La Rioja), publica en su cueva una serie de fotos, que recomiendo visitar, de su particular forma de reinterpretar París, una ciudad que conoce bastante. Dice Tomás, con mucha razón, que hay lugares que uno visita más de una vez y que con cada viaje va descubriendo nuevas cosas, otras formas, emociones nunca antes vividas. Y ya que le plagié la idea del concurso a Justo Rodríguez, he decidido pedir prestada esa magnífica forma de mostrar una ciudad.

Y una de las que he visitado en varias ocasiones es Roma, donde vive mi mejor amigo y su familia. Más cuando Ryanair nos deja en una hora y media en la capital italiana por menos de 50 euros (tardo más yendo a Zaragoza o a Santander). Salvando las distancias (no soy fotógrafo ni tengo un equipo profesional), ésta es mi particular forma de reinterpretar Roma, con el permiso de Tomás.
Las primeras fotos son de octubre del 2005; las otras, de abril de este año.

Una pareja de enamorados, hoy padres de un niño llamado Hugo, frente al río Tíber. (2005)

El río Tíber, tres años después, con la cúpula de San Pedro al fondo. (2008)

Las personas también pueden ser reinterpretadas. Martina, mi ahijada, Sofi y yo, en el estadio de Unión de Rugby Capitolina. (2005)

Martina, Sofi y yo, después de uno de los últimos partidos como jugador de su padre Gonzalo. Hoy es el entrenador. (2008)

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Ciudades para adivinar


Mientras dos de los amigos se daban un respiro después de ingerir tanto licor en el pequeño pueblo medieval, la pareja decidió continuar viajando por el mundo en busca de su destino, siempre tratando de alcanzar con sus uñas su propia sombra. Y llegaron hasta una ciudad señorial, prolija, cultural y majestuosa, por dar algunas señas, que los volvió a cautivar.

martes, 2 de diciembre de 2008

Pueblos para adivinar


La tarde de febrero caía lentamente sobre los hombros de la plaza del pueblo, mientras los cuatro amigos pretendían seguir su propia sombra hasta el infinito horizonte, a la vista de todos los parroquianos que en ese momento veían la vida pasar. Todavía con el intenso retrogusto del licor característico del lugar asentándose en el paladar, quisieron dar caza a su propio destino, que sospecharon muy lejos de aquel lugar. Un sitio que parecía detenido en el tiempo, tan cerca y a la misma vez tan lejos de la capital...

PD: Me uno así, de esta manera, al concurso que hizo popular mi compañero y amigo Justo Rodríguez, cuyo objetivo es adivinar el pueblo de la foto, que esta vez no está en La Rioja.