jueves, 15 de mayo de 2008

Almas doradas

El perfil que vemos a nuestra derecha lo explica claramente. Vivo entre dos mundos, Logroño y Argentina, aunque esa descripción está un poco incompleta, no es del todo exacta. La verdad es que tengo, desde hace más de un año y medio, otro hogar vital para mi existencia: Kiev, capital de Ucrania y residencia de mi querido padre. Es un lugar único, incomparable, donde el presente y el pasado se lanzan cuchillos a los ojos para quedarse con las migajas de un lugar encantador y que desconocía hasta hace muy poco. Es una ciudad en la que las estaciones están muy marcadas y diferenciadas con un denominador común entre sí. Da igual el mes que sea, siempre hay un color que predomina: el dorado. Está en todos lados, en cada cúpula de la iglesia, en las calles, en la ópera, en la plaza de la Independencia, en el río Dnipro... Es un color que alegra el entorno, monótono testigo de la historia gris (y roja sangre) de la hoz y el martillo. Hoy intentan despegar de ese letargo, del mal que los tuvo encarcelados demasiados años.

3 comentarios:

sankichu dijo...

Amigo mio, Logroño, Kiev, o Pluma verde, buscas los lugares mas lejanos a nuñez para que te hagan olvidar el rancio olor de tu equipo actualmente en condición lamentable; te haces un blog para hacerte famoso y saciar tu berretin de fama; abanicas el palo de golf casi como un bate de beisbol, lo unico que te puede mejorar es volverte azul y ser papa.
Un abrazo.
Sankichu

Martín Schmitt dijo...

Azul, en mi vida, amigo sankichu. Soy rojo de alma y el palo de golf se lo voy a abanicar en la cabeza, pero con acritud. Por cierto, ¿las fotos son de tu antojo o prefiere que saque alguna comiendo un pollo al disco? Un abrazo

Anónimo dijo...

Qué experiencia conocer Kiev, y las tradiciones ucranianas!!!
Ojalá algún día pueda conocer personalmente...
Besos,
MM