viernes, 19 de noviembre de 2010

Jota Jota, 31 años después


Soy de River Plate desde mi más tierna infancia, desde que descansaba en una cuna arropado por un body blanco al que le cruzaba una banda de color sangre que rezaba algo así como: «De River, el orgullo de papá», aunque a mi padre el fútbol le ha resbalado siempre. Sin embargo, fue él el que me llevó por primera vez al gran Monumental a ver un partidazo, River Plate-Independiente, allá por julio de 1979, para la semifinal del campeonato metropolitano que los Millonarios ganamos. Vencimos 4-3 con goles de Passarella, dos de Alonso y Comisso, sobre la hora, no lo olvidaré jamás. Para Independiente jugaba un viejo conocido de Las Gaunas: Antonio Alzamendi, que marcó dos goles y tiempo después fue ídolo de River. Había grandes nombres ese día en la cancha: Passarella, Luque, Alonso, Merlo, Pedrito González, Fillol y un tal Juan José López, un centrocampista de ida y vuelta, batallador, con clase, que entendía cómo debía jugarse allí.

Y treinta y un año después, volví a vibrar con Jota Jota, pero ya en su etapa de entrenador (interino), y yo a más de 12.000 kilómetros de distancia -por Internet, comiéndome las uñas-. Fue en el River-Boca del martes por la noche, en la que los 'Millo', que no pasamos precisamente por buenos momentos (nos estamos jugando el descenso) humillamos a los bosteros, ganando por la mínima en un partido feo, pero en el que River volvió a ser el de antes. O por lo menos eso me pareció a mí, viendo a Jota Jota celebrando con Fillol y Passarella, como en aquella tarde de 1979.

Columna publicada en Diario La Rioja el jueves 18 de noviembre de 2010

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Rober... tuve la suerte de ir al monumental el martes a la tarde y debo decirte que hace muchos años que no vivia una fiesta tan linda, tan riverplatense, tan nuestra! Creeme o no, pero toda la tarde me hizo acordar aquella noche en la que juntos vimos a nuestro river salir campeon de la supercoapa abajo de la popu local , en la almirante bron! jejejej fue una fiesta y como toda fiesta riverplatense fue incompleta porque no estaba rober! se te extraña siempre mi amigo, y mas en estas ocasiones de mucha felicidad!
un abrazo bro
rami

Martín Schmitt dijo...

Se me caen las lágrimas, Rami. Qué golazos la de aquella noche del 96, Salas y Crespo. Qué abrazos en la Almirante Bron!!!, que no Brown

Bartmillo dijo...

Yo también estuve ahí, y fue en el 97, en le 96 ganamos la Libertadores.
Los bosteros están muertos.
Vamos los millos

Martín Schmitt dijo...

Es verdad, los tres estábamos ahí. Qué buen momento!!!