viernes, 1 de julio de 2011

Lamentos de un descendido

Ya han pasado cinco días y el dolor no cesa. Y puede pasar toda una vida y esa profunda herida que deja un descenso seguirá incrustada en mi corazón, alojada como un virus con el que hay que aprender a convivir. Ese triste empate que nos condenó a la 'B' fue una cachetada muy dura en todo el orgullo, un puñetazo directo al mentón de mi autoestima. Mi querido River Plate, por quien he viajado miles de kilómetros para alentar, por quien incluso he derramado alguna lágrima -casi todas de alegría, hasta el pasado domingo- es hoy la vergüenza de todo un país, de un deporte.

Recuerdo la primera vez que fui al Monumental, en 1979, un 4-3 de River a Independiente, y se me eriza la piel. Busco en mi memoria aquella fría noche de 1986 en la que vi con mis propios ojos desde la Platea General Belgrano como Juan Gilberto Funes metía un derechazo para ganar la primera Libertadores y el corazón me sonríe. Viajo hasta ese verano austral cuando madrugué en casa de la abuela de Yarma para ver cómo Antonio Alzamendi nos daba la Intercontinental en Tokio frente al Steaua de Bucarest, y la vida me abraza. Rememoro los cantos de alegría junto a mis amigos Santiago, Andrés, Pablo y Rami en la Tribuna Almirante Brown, cuando en 1996 un tal Crespo nos daba la segunda Libertadores, y me deleito; y cuando un año después, un chileno de apellido Salas, junto a un uruguayo llamado Enzo obtenían la Supercopa. Y me emociono.

Hoy veo el Telediario y los periódicos y me quiero morir. No puede estar pasando esto. Pero me llama mi hija, la levanto entre mis brazos y me da un beso, y la vida me sigue sonriendo y recordando que eso es sólo fútbol. Aunque el alma duela.
Columna publicada en Diario La Rioa el 1 de julio de 2011

4 comentarios:

unlogronesenmadryn.blogspot,com dijo...

Comparto tu tristeza, la verdad que el domingo fue todo un drama para el hincha de River, pero bueno, ahora solo queda mirar para arriba y salir de este amargo trago que nos ha tocado vivir.

sankichu dijo...

Martin:
Buenas, como estamos?, imagino que esa pregunta esta de mas pero es bueno recordartelo por simple gusto.
Lástima que no estas aca porque recorrerias muuuuchos mas km acompañando a tu querido River para visitar a dep Merlo, Patronato, Comision de Actividades Infantiles, si te dieran millas por esos viejas te ganas en Aerolineas la vuelta al mundo, tenes que verle el lado positivo.
Te dejo un abrazo leproso y espero que no sufras mucho, como dice Batistuta, el unico problema de la B son "las cargadas".je.
Sankichu

Anónimo dijo...

Me pasa algo muy parecido, Martín. El domingo, aburrido de tanta puteada en la platea, aprovechando que no llevé a Luca a la cancha fui a la popular. Al igual que en las finales del 86 y del 96 decidí ir solo. Y volví solo, caminando hasta mi casa, tratando de entender que era lo que estaba pasando. Aún no lo entiendo. Y si vieras el ensañamiento de parte de la prensa, la sorna al presentar los futuros rivales de River, te sentirías aún peor. Hace 5 días que no miro televisión, trato de leer lo mínimo necesario para calmar la ansiedad. También me pasa que me doy cuenta de que lo importante de la vida no pasa por ahí, de lo hermosos que son mis niños...pero igual, cómo duele. Y así y todo, me muero de ganas de ir a ver a River en la primera fecha.
Chino

unlogronesenmadryn.blogspot,com dijo...

Por cierto, aunque no lo hubiese querido asi, River va a jugar en Madryn con mi otro equipo en Argentina, Guillermo Brown, ¿quien lo hubiese imaginado cuando llegue hace ocho años?