domingo, 28 de septiembre de 2008

La resaca del pulpo policía

Hace unos años leí con gracia la descripción que Pablo Motos hizo de la resaca a sus treintailargos, después de una ridícula -y necesaria- noche de juerga con sus amigos. En aquel entonces me reí de las palabras del presentador de Cuatro sin querer verle las orejas al lobo, que ya se dejaban entrever en mi entorno. Las veía (a las orejas) en un horizonte demasiado lejano, imposible de alcanzar.

Pues bien, ya ha pasado un tiempo desde aquel magistral documento y recién en estos sanmateos me di cuenta que los años se me han echado encima, sin darme un aviso tan siquiera, como en los toros. Y lo han hecho con cobardía, como quien no quiere la cosa, y de una forma ladina y egoísta, sin respetar mi último San Mateo sin cargas familiares. Porque los años me han caído como un pulpo policía dándome sopapos a diestra y siniestra, sin permitirme ni siquiera una defensa de oficio.

Con el paso del tiempo, el cuerpo se ha vuelto más exquisito (antes daba igual degustar un ron guatemalteco, un güisqui adulterado o una ginebra de Albelda) con la misma velocidad que su paulatino aumento de de
nsidad, algo inevitable si se quiere seguir sonriendo en esta triste vida resacosa. Esta semana salí de juerga (no fue mucho, pero sí lo suficiente) y mi cuerpo, mi cerebro y yo nos debatimos en un duelo que un Almax y un Ibuprofeno no pudieron evitar.


La foto es del entierro de la cuba, el final de las fiestas de San Mateo, y es de Jonathan Herreros.

5 comentarios:

CRIS dijo...

Estas fiestas han sido muy duras Martín, por eso en estos momentos estoy escribiendo desde la cama... En cuanto nos recuperemos de la resaca matea hay que hacer algo para no perder el ritmo, pero yo necesito un par de semanas... MUAK

Anónimo dijo...

Verás que a partir del nacimiento extrañarás estas resacas, no te cuento lo que es levantarte despues de buena cantidad de alcohol para hacer una mamadera o que te despierten para jugar a las 8 de la mañana, y eso que entes con 23 años era otra cosa, no se lo que me espera con Juancito.
PD: ni hablar si tu esposa aún sin alcohol no se despierta con nada(en referencia a la Vero, obviamente)
Saludos
Bartmillo

Anónimo dijo...

Cuanta razón tienes, mi querido Martín.

Pero no te preocupes: vamos a ir a nadar, nos vamos a poner a régimen, adelgazaremos veinte kilos, no dormirás durante los próximos treinta meses y descubrirás un mundo nuevo.

Anónimo dijo...

Y no has dicho lo peor...
Como te supo mi rabo?
Yttq

Martín Schmitt dijo...

Cris, lo peor es que no han sido duras. Sólo salí una noche y tuve dos cenas (una la del rabo de mi amigo). El sábado será un gran día!!!

Bartmillo, habla la voz de la experiencia. Seguiré tus consejos.

Eusebio, a ver si es cierto y nos ponemos a régimen. Lo de los 30 meses ya me estoy haciendo la idea.

Uve, lo dicho, tu rabo exquisito. Y yo tbtq