martes, 27 de abril de 2010

Y si a Bono le sucediera lo mismo...

Los ucranianos, que tienen muchos huevos (más literal, imposible), no se andan con chiquitas. Cuando discuten, lo hacen con ganas. Con poca democracia y educación, eso sí, pero con muchas ganas. Así se las gastaron en el Parlamento, espectacular edificio cerca del río Dnipro y a escasos metros del estadio del Dynamo, al aprobar el permiso al gobierno ruso para permanecer en Crimea, en el mar Negro, a cambio de un descuento del 30% en el precio del gas. Una más de las tensas disputas entre los prorusos (los azules) y los prooccidentales (los naranjas). Y pensar que con esta gente tiene que lidiar mi padre diariamente...


3 comentarios:

María Marta dijo...

Impresionante!!! Me pareció genial la previsión de llevar paraguas...
En fin... que haya PAZ!!!
Besossssssss

Anónimo dijo...

IIIIIINTEEEER, IIIINTEEEEER..

Anónimo dijo...

Barça!!!!!!!!