jueves, 10 de marzo de 2011

Mi gente

Un mes sin escribir un post. Creo que es mi record personal. La culpa la tienen el trabajo y los viajes, pero, bueno, ya estoy en mi país y con los míos. Y después de casi uno año medio las cosas parecen haber cambiado más bien poco. O es que yo cambio rápidamente el chip y me vuelvo argentino en cuanto llego a Ezeiza y tengo que esperar una hora y media para pasar la aduana, hacer migraciones, buscar las maletas y salir a abrazar a los míos.

Llevo una semana en Argentina y los asados, empanadas y malbecs ya se empiezan a notar en un cuerpo que ya de por sí es generoso, por decirlo de alguna manera. Y todo con una hija que está descubriendo que tiene una familia. Y que es muuuuuy grande y heterogénea. Por eso, debo ser, en estos momentos, uno de los hombres más felices del mundo. Mejor me quedo callado (que me emociono) y muestro algunas de las imágenes de estos últimos días. A los de allá, los dejo con la revuelta vida política. A los de acá, espero poder tener tiempo para disfrutarlos a todos. Y quiero dejar un mensaje especial a los azules (ellos saben bien a quiénes me refiero): se viene la revancha en Villa Mercedes en la que se irán a casita humillados. Contaremos más en posts futuros.












Y lo mejor es que me quedan dos tercios del viaje...