viernes, 4 de junio de 2010

Hay que ver cómo le quedó la cara a él


La vida sigue. Y si es con humor, mucho mejor, ¿no? Hace unos días, caminando por las calles de Logroño me topé con un viejo conocido: Ivan Drago, el boxeador que finalmente fue aplastado por Rocky Balboa en la IV película del púgil de Filedelfia, a mediados de los 80, que volvía a la capital riojana a promocionar el campeonato de karate Kyokushinkai (o como se escriba). La última vez que Dolph Lundgren (así se llama el actor) y yo nos vimos las caras fue hace exactamente 10 años, en otra promoción que el actor hizo en estas tierras del mismo estilo de karate (que es uno de los más violentos, porque el combate sólo se termina en el KO). Y no le debía caer demasiado en gracia, porque lo primero que hizo al verme el otro día fue darme una trompada en toda la cara.

Lamentablemente no hay imágenes de la secuela, de cómo quedó el pobre de Dolph, que es tercer dan en esta disciplina, después de la paliza que le di. La próxima vez se lo pensará mejor antes de ir de matón por la vida...

La foto es de mi compañero Juan Marín.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguro Martín que con tu cara en to su mano le tuviste que pegar, en la foto se ven muy sonrientes no se si creerte. Beso,Meli

Bartmillo dijo...

Menos mal que no te pegó en la cabeza, por que si no, se rompe la mano, pobre Dolph.